2 ago 2010

Esta presencia directa e inmediata del arquitecto se resuelve en la construcción de la maqueta. Una vez establecida la colección de piezas con las que se va a solventar los distintos usos manifiestos en el programa, Gehry entra de lleno en el campo de batalla de la arquitectura, anticipando en la maqueta su futuro. Ésta se convierte en la práctica, en el vehículo de trabajo. El arquitecto palpa las piezas, las siente, y es en el contacto directo con las mismas donde la forma se fragua. Es en este proceso de manipulación de las formas previamente establecidas donde se vislumbra el potencial de las mismas para romperse, erosionarse, (...). Al arquitecto le interesa esta proximidad a lo que es el gestarse de la arquitectura, (...). De ahí que quepa decir que para Gehry las maquetas no son simplemente reduciones, versiones a otra escala de aquella que se supone va a ser la realidad futura. Las maquetas para Gehry, en cuanto instrumentos en y con los que hacer, son, en sí mismas, arquitectura.


"Inquietud Teórica y Estrategia Proyectual en la Obra de Ocho Arquitectos Contemporáneos". Rafael Moneo

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